jueves, 21 de marzo de 2013

Hagan juego



La semana pasada tuve el gusto de chocarme con una nota publicada en la revista veintitrés que se titulaba de la misma forma que esta que estoy comenzando a escribir.
“Hagan juego” quizás es la frase más escuchada dentro de un casino, se pronuncia en ese lapso que uno tiene para armar una estrategia con el fin de vencer a la ruleta, es tiempo para pensar seriamente a donde colocar las fichas, que números podrían llegar a resultar victoriosos y que otros no, la mayoría de la gente suele apostar merced de una intuición, pocos son los que siguen firmes con los mismos números siempre, a pesar de verse perder una y otra vez.
Lamento decir que la política hoy por hoy, a mi entender se esta convirtiendo en eso, en un juego. “Hagan juego”, es quizás lo que más se escucha contemporáneamente en los despachos partidarios en donde se concentran las mentes más poderosas o quizás más brillantes de los partidos políticos para armar una estrategia con el fin de ganar las elecciones legislativas de este año.
Estoy convencido, de que esta forma de ver la política no es la más acertada, o quizás no es la que mejor le convenga al pueblo que tiene que elegir que boleta insertar en la urna, y en que espacio político respaldarse.
El caso de Venezuela, es el que considero más correcto para describir este concepto, el concepto de “vale todo”. Se ve claramente en la oposición chavista venezolana, se ve como diferentes espacios políticos con obvias diferencias ideológicas se aglomeran en un solo espacio con Capriles a la cabeza con tal de destronar al chavismo del poder, es decir, para la oposición no importa las diferencias internas, no importa si dentro de ese gran frente, hay socialistas, corporaciones, medios de comunicación, personas conservadoras, liberales, progresistas, gente de derecha, claramente no importa, con tal de ganar “vale todo”. Lejos estamos de hoy tener esa situación opositora en Argentina, por un lado tenemos al Frente para la victoria, que pese a lo que se escribe desde las editoriales de La Nación y de Clarín, todos sabemos que tienen para rato largo en el poder, por merito propio y por una ineficacia opositora, no para lograr acuerdos, sino para convencer a alguien de que el proyecto de ellos podría ser mejor que el que hoy imponen desde la Casa Rosada.
A mi entender, la oposición sigue sin comprender que es lo que esta pasando por acá, ellos siguen empecinados en creer, que pierden las elecciones solo por que no pudieron armar un frente que captase mayores votos, esto, a mi entender es un error, el problema no esta en las alianzas, el problema esta en sus ideas, en su credibilidad, en su carencia de política. El ejemplo que mas me desoló en estos días fue el de Proyecto Sur, ese espacio respetable de la oposición, quizás a mi entender, el más rescatable por su manera de oponerse a lo que hay que oponerse y de apoyar a lo que hay que apoyar, manteniendo sus ideales intactos y su coherencia firme, son minoría, es verdad, pero de eso se trata a mi entender la política, luchar desde donde se pueda luchar, pero siempre mantener la distancia entre lo que es la sana política y el oportunismo. ¿Quién iba a decir años atrás que la próxima gran alianza electoral iba a incluir a Pino Solanas y a Carrio? ¿Acaso alguien podía poner en tela de juicio la coherencia histórica que ha mantenido Solanas en todos estos años? Hoy veo como todo se derrumba con tal de no desaparecer, Proyecto sur es uno de los espacios que la tiene más complicada, se juega a todo o nada en esta elección, y al parecer están dispuestos a hacer todo lo posible para permanecer en el poder, si señor, leyó bien “todo lo posible” aún si esto implicase aliarse con espacios de centro derecha, ya no importa, ya no hay tiempo, es esto o desaparecer, lo que parece no advertir Proyecto Sur, o parece no importarle, es que en principios se derrumba la credibilidad y el respeto que han logrado cosechar por meritos propios, ni hablar de la coherencia, al ser el mismo Pino Solanas el que se reía de una posible alianza con Lilita años atrás y la calificaba a ella y a su espacio político (CC) como “lo más rancio de la derecha conservadora”, y en segundo lugar, a mi entender, es correr mucho riesgo por algo que no va a resultar, Lilita Carrio no mide bien en ninguna encuesta, su discurso ya cansó, sus mentiras fueron suficientes para hartar hasta a los representantes de su mismo espacio político, pasó el tiempo y pudimos comprobarlo; ningún fin del mundo asecha a la Argentina, Fuerza Bruta no tubo nada que ver en la organización del velorio de Néstor Kirchner y La Cámpora no se esta preparando para ninguna guerra interna armada.
El tiempo y el electorado juzgará si esta fue una jugada acertada, pero es una mancha difícil de borrar, y de fracasar, créanme se lo hemos advertido, deberán hacerse cargo de sus errores, el agua y el aceite no se mezclan, se pueden juntar, pero créanme, tienen un gusto espantoso.
La UCR, también es un espacio político en problemas y en constante transformación, vienen buscando una identidad y hace ya 12 años que no la encuentran, o quizás no la quieren encontrar, La UCR parece dividida entre los que quieren jugar fuerte y empaparse del color amarillento de Mauricio y los que pretenden conservar algunos tintes de partido de centro izquierda. Esta el espacio de Moreau que hace unos meses atrás apostó a no hacer “Anti kirchnerismo bobo”, es decir, a no oponerse a todo, y recuperar una coherencia y unas bases, que a mi entender, nunca tuvieron.  Por otro lado se asoma Posse, el actual intendente de San Isidro, que coquetea con cualquier conservador que se acerca, no importa si es el polémico Cariglino, no importa si se llama Macri de apellido, Posse esta empecinado con llegar a la Gobernación o al menos con ocupar una banca en el Congreso y sabe que deberá sacarse muchas fotos y aparecer fuertemente en el mapa político para llegar a su objetivo, y tomar una desición, para llegar a eso deberá evaluar jugar por fuera de la UCR, por que por dentro al parecer las puertas están cerradas para un acuerdo con la derecha argentina.
Binner quizás sea el “gran ausente” en estos tiempos, supo escoltar a Cristina en las últimas elecciones, pero fue solamente eso, un golpe de suerte. El “socialista”, creo yo, esta mas preocupado por su Rosario en llamas, que por lo que llegase a pasar en las legislativas. En el discurso de Hermes y de su frente político (FAP), se tomaba como ejemplo la remontada política, económica y social que tuvo la ciudad de Santa Fe, aprovechando el precio de los commodities, ese relato parece haberse esfumado, los trapitos salieron al sol, el polvo salio debajo de la alfombra y la situación de Rosario parece ser calamitosa; corrupción, connivencia con narcotraficantes, negligencia policial, lavado de dinero, persecución a militantes políticos, muertes inexplicables y un Gobernador que se toma vacaciones quizás en el momento menos oportuno.
Massa y Scioli, son dos apellidos que los medios de comunicación se han encargado de subir a un pedestal, los han colocado como la “renovación de la política luego de 10 años de deterioro”. Honestamente, Massa hasta el día de hoy es un signo de pregunta, faltando meses para las elecciones no ha decidido que rol cumplir, se cansó de coquetear con “La Juan Domingo”, pero al parecer en su mente sueña con el sillón de Rivadavia, o como consuelo con el de La Plata, quizás sea el político con mejor imagen después de Cristina, amado por los vecinos, cuestionado por los arcos políticos por su excesiva tibieza, es una carta que a mi entender, todos los espacios políticos desean tener en su manga, nos le va a ser fácil atraerlo, Massa sabe que puede llegar solito, solo el tiempo nos revelará su estrategia.
Scioli se ha pronunciado como posible candidato a Presidente en 2015, el mismo ha lanzado su candidatura apoyado por La Juan Domingo, pero paralelamente, él mismo fue el encargado de boicoteársela, su pésima administración es evidente y avergonzante, sus gastos en publicidad y en marketing son exorbitantes, e indigna la carencia de fondos para cerrar una paritaria docente sin ser socorrido por Balcarce 50. El camino de Scioli depende de el, estoy seguro que el mismo es su propio opositor, y de el depende sostener una supuesta buena imagen o hundirse en un simple sueño fallido.

Las fichas están sobre la mesa, queda poco tiempo. Señores, Hagan juego.

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lunes, 4 de febrero de 2013

Marketing, puro marketing.


El marketing político

En el día de hoy prefiero no hablar de cifras, si de motivaciones y prioridades. Como comentamos en la nota anterior, creo que nos encontramos en un punto de inflexión en la historia argentina, y por ende en el mapa político contemporáneo.
Es una parte de la historia, en donde la sociedad se ve obligada a amigarse con la política, son años de debate, de discusiones, de abrir los ojos.
Pienso que, y repito, es mi humilde opinión, vivimos en una etapa en donde se cayeron las caretas. Al parecer Clarín, no es un simple diario, con objetivos de informar honestamente y apolíticamente, todos y creo que todos, desde oficialistas a opositores, sabemos hoy por hoy que es un diario y un multimedios con intereses que defender, intereses económicos obviamente, terminamos, enhorabuena, con esa imagen inocente y patriótica con la que mirábamos a los medios de comunicación, para pasar a mirarlos como empresas, y por que no, como un poder influyente en la realidad argentina. Esto no es nuevo, claro que no, estas empresas vienen imponiendo la agenda política hace muchos años, ellos saben que cuentan con ese poder y los políticos también, faltaba que la sociedad como conjunto abriera los ojos y pensara dos veces antes de pedirle cualquier diario al canillita amigo, o que pensará que radio quería sintonizar o que noticiero informativo escuchar, creerle y crear una fidelidad. Nadie se puede hacer el distraído ahora, nadie puede decir que no se le avisó. Desde la ley de servicios de comunicación audiovisual, y el debate que esta acarreó, todos nos debimos informar, por distintos métodos y canales, que era lo que se discutía y que se ponía en juego.
Lo mismo ocurrió con la política, la polarización nos ha obligado a eso, a tomar una postura o quedar fuera del debate, los argentinos somos muy partidarios de la política, quizás por la cantidad de años en donde esta fue una mala palabra, o quizás por interés y participación, todos queremos hablar de política, es un tema de conversación reiterado, tanto en bares, como en mesas familiares, todos queremos saber que es lo que pasa con nuestro país, como se conduce y las decisiones que se toman, fueron bastos años en donde las funcionarios jugaron con la ignorancia del pueblo y le hicieron creer que sus propios negocios eran para bien de la población, los resultados confirmaron lo contrario y los argentinos nos avivamos, nos avivamos a leer entre líneas, a desconfiar, por que no. Yo considero esto como algo positivo, si bien hay mucha gente que cree que la desconfianza es negativa, yo en el ámbito político la considero como algo benigno ¿Por qué acaso confiar en alguien que no conocemos, que aparece de la nada a decirnos que está capacitado para conducir NUESTRO país?
La desconfianza hace que nos informemos, que pensemos las cosas más detenidamente, que pensemos bien que boleta vamos a meter en la urna, que analicemos, que escuchemos, que discutamos. Ojala viviéramos en un mundo en donde se pudiese confiar en cualquiera, y que la honestidad sea llevada como bandera por la vida, pero lamentablemente no es así, ni en Argentina ni en ninguna parte del mundo.
La población quiere saber y toma partido, algunos son oficialistas y otros opositores. La neutralidad es tibia, es lavarse las manos, uno se opone a algo, o forma parte de algo, no creo que cuando se habla de política y de los intereses que esto supone, uno pueda decir “me da lo mismo”, por que incluso sus propios intereses están en juego y de una manera u otra hay que defenderlos, si de eso se trata, de defender los ideales y los intereses, los individualistas defienden los propios, pensando que cada uno debe salvarse como pueda sin importar que le pase al de al lado, y los socialistas, piensan en el bien de la sociedad en su conjunto. Hay dos posturas, y en la Argentina que corre la sociedad se va encolumnando en la que cree que es la más acertada, algunos protestan en grandes movilizaciones golpeando sus cacerolas y otros levantan sus banderas aplaudiendo al Gobierno. ¡Hay para todos los gustos señora!
Los políticos ven la realidad de la sociedad, y apuntan contra eso, cada uno se quiere vender de la mejor manera y hacer todo lo posible para levantar su imagen y para ser el más “comprado”. Lamentablemente mucha gente se deja engañar, dicen, que los argentinos somos los mejores publicitarios del mundo, es más, de todas partes del globo miles de jóvenes vienen a estudiar publicidad a nuestro país, le damos mucha importancia a la imagen, y los políticos de esto no se salvan. Cotizan muy alto las encuestas, y muy bajo el contenido. Ya no importa la militancia que uno traiga como experiencia para ocupar un cargo público, actualmente lo único que importa es “caer bien”, ser simpático, tener una linda sonrisa y ser creíble. ¡Ojo! Ser creíble no es lo mismo que ser honesto, ser honesto es un valor, y ser creíble es una habilidad que con el tiempo y con un buen asesor de imagen se va cosechando.
Esto último es un claro ejemplo de la estrategia política del PRO, un espacio más cuestionado que aplaudido, al ser un espacio nuevo, no cuenta con una militancia antigua ni con referentes políticos de basta trayectoria. Su Jefe y líder, Mauricio Macri, es conocido por las empresas del padre y por su trabajo como Presidente de uno de los clubes de fútbol más importantes del país, hasta el día de hoy no se conocen sus influencias políticas, no se sabe su ideología política específica, todo lo que sabemos es lo que podemos entender por sus políticas llevadas a cabo en la Capital Federal, sería un espacio de derecha liberal. Los que integran este espacio político tampoco se encuentran bien definidos, algunos son peronistas de derecha, otros liberales, algunos radicales conservadores y otros que apuntan a ser la cara visible, es decir, personajes con aceptación popular, pero que de política nada. Como es el caso de Miguel Del Sel, que desde mi postura cuestiono mucho su capacidad como cómico, y que su estructura política me parece lamentable, no solo vacía, sino lamentable. Una persona carente de ideas, recurre a los agravios, es la única arma que tiene para poder ser alguien en la vida y para aparecer en el mapa político contemporáneo, es lamentable, que para aumentar su popularidad tenga que llamar “vieja conchuda hija de puta” a la Presidenta de La Nación. Baldassi, fue llamado a integrar también las “filas amarillas”, el hermano de Ginobilli y ex futbolistas. Señores, puro marketing, están esperando que la gente compre esas caras, poniendo como prioridad la imagen antes que la política. ¿Acaso ya no importa ser una persona culta, la militancia en los barrios, los trabajos anteriores? Parece que no, por lo menos en este espacio político, que a toda costa se quiere convertir en el principal opositor al Gobierno actual.
Mucha gente se deja seducir por el marketing, quizás por falta de tiempo o por voluntad. Muy pocos se toman el trabajo de comprobar las tareas realizadas por los políticos, ellos esperan a que los gobiernos les acerquen datos, información sobre lo que están haciendo. Ahí, aparece en juego, el marketing más visible, llámese enormes y carísimos carteles publicitarios, con colores llamativos y la firma o el nombre de quien está realizando las obras, cada político cuenta con un color predilecto que se va a ver muy seguido en sus ciudades, o capitales a gobernar.
La mala noticia, es que esa publicidad, es abonado con fondos públicos, es decir; claro y sencillo, los políticos optan por tener una buena imagen y ser capaces de seguir un tiempo más en el mapa político social, antes que destinar esa plata a mayores obras o quizás a simple actos de enmienda con los sectores más vulnerables que aun habitan este país, y que no quieren publicidad, ni colores ni nada por el estilo, algunos solo quieren comer.
De esto último no se salva nadie, ni Cristina, ni Scioli, ni Macri, ni Binner, todos hacen lo posible para aparecer en la vida de los argentinos, ya sea por TV, por enormes carteles publicitarios o hasta en los partidos de fútbol, muchas veces se ven enormes banderas desplegadas por los propios hinchas apoyando un espacio político. A mi entender, si queremos un país serio, como sociedad deberíamos hacerles saber a los políticos que no nos interesa su publicidad, que no la compramos, que lo único que va a influenciar nuestro voto, es su capacidad para gestionar y sus obras como políticos, en definitiva para eso se los vota, para que gobiernen, no queremos Relaciones Públicas, gerentes de Marketing, o asesores de imagen. Queremos políticos, gente que se ocupe de lo que se tiene que ocupar, de enmendar los daños del pasado, de sacar a la gente que aun vive en la pobreza, de representar institucionalmente de la forma más correcta a los cuarenta millones de argentinos. De eso se trata, pero la responsabilidad la tenemos nosotros, los argentinos, los ciudadanos, mientras más votemos o elijamos a los que más grandes carteles tienen, a los que eligen el color más lindo o a los que en su espacio político cuentan con más “celebrities”, estamos perdidos.

Ya es hora, que se deje a un lado el marketing, y que volvamos a sentarnos en una mesa a hablar seriamente de política.


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miércoles, 30 de enero de 2013

La Hipocresía se llama oposición.


La Hipocresía:

La hipocresía, es un defecto de carácter habitual en los seres humanos, por ende también en los políticos, habitual no es para mi sinónimo de correcto, vale la aclaración.
A este defecto lo asocio con el famoso “doble discurso”. Estarás de acuerdo conmigo, o no, en que los políticos (utilizando esta palabra como un sustantivo colectivo), habitualmente y más por estas tierras no gozan de una “sana” imagen. Nos hemos cansado de escuchar los típicos chistes que hacen referencia a las personas que practican la política y que son relacionados con la corrupción o con el robo directo a la población. Esto se lo atribuyo, a la cantidad inmensa de gobiernos que han pasado por este país y que se han ahogado en sus propias contradicciones.
Claro, que para ningún político, le sería conveniente cometer un “honesticidio” y declararse corrupto en el medio de una campaña previa a unas elecciones democráticas, vamos a tomar como por ejemplo el caso de los dos últimos presidentes electos más cuestionados, el señor Menem y el señor De la Rua. Ambos han gozado una buena popularidad antes de ejercer el poder ejecutivo, ambos han logrado movilizar a los ciudadanos que depositaron su esperanza y su fe en ellos, con fines específicos, acabar con la crisis que habían dejado los gobiernos anteriores, en el caso del riojano, la super inflación que habitaba todavía la Argentina luego del Gobierno de Alfonsín, y en el caso del radical, la crisis económica en la que nos veíamos inmersos luego del famoso “un peso, un dólar”. No hace falta aclarar, que ambos políticos fueron no solo incapaces de resolver la crisis, sino que la multiplicaron por dos. Quiero pensar que si el pueblo argentino hubiese sido advertido a tiempo de lo que se avecinaba, no hubiese ejercido el sufragio como lo ejerció, pero esto último es solo un deseo personal.
Mirando contemporáneamente el mapa político, vemos como la historia se vuelve a repetir, como nos volvemos a poner a prueba como ciudadanos, si bien los nombres cambiaron, las formas de pensar y ejercer la política son las mismas que hace 10, 20, 100 años, promesas y solo promesas.
Me he cansado de escuchar en el espacio político conservador y de derecha, denominado PRO, hablar sobre la importancia del diálogo y el consenso para un bienestar social. Vale la pena aclarar, que este espacio político, con su líder Mauricio Macri a la cabeza, fue el mismo que prometió, campaña electoral mediante, construir 10 kilómetros de Subterráneos anuales, que desde ya hasta el día de hoy pasado bastantes años de su asunción, no han alcanzado ni el 50% de esa cifra en el total de la gestión.
Volviendo a lo del “diálogo y el consenso”, este hoy por hoy, es el espacio que encuentro con más contradicciones en su discurso dentro del mapa político argentino, se lo puede atribuir a dos factores. El primero es la gran diversidad de gente que compone este espacio político; radicales, socialistas de derecha, conservadores, peronistas de derecha, cómicos, apolíticos, ex deportistas y “hermanos de”.
Y el otro factor, es ni más ni menos, el vacío político. Y es ahí a donde entran las contradicciones a jugar un papel importante para el “avivamiento” de la sociedad. Las contradicciones son constantes y serán ejemplificadas a continuación:

  1. SUBTE: Mauricio Macri, antes de ser elegido democráticamente por los vecinos de la Capital Federal, cometió una de las más recordadas “falsas promesas”, durante un debato con Telerman y Filmus, mencionó que si el llegase a gobernar la Ciudad de Buenos Aires se iban a construir 10km, de subte anuales. El electorado se vio enormemente seducido por esta propuesta, el mismo se vio defraudado al ver que todo quedo en victimizaciónes y mentiras.
  2. BASURA: El PRO ha tomado como caballito de batalla la idea de “Una Ciudad Verde” habitualmente, si recorremos la Ciudad que ellos gestionan, veremos inmensos carteles publicitarios amarillentos, haciéndonos entender que una de las prioridades de su Gobierno es la de una ciudad limpia y sustentable ambientalmente. Déjenme decirles, y cualquiera que opine lo contrario puede recorrer la ciudad en cualquier momento y a cualquier hora, que todo quedo en “marketing”, no solo la ciudad esta mas sucia que nunca, sino que ahora se le suma un nuevo conflicto medioambiental que son las constantes luchas con los paros del CEAMSE y el agotamiento de los basurales de la provincia, lejos de implementar la Ley de Basura Cero, que vale aclarar que es una obligación, ya que es una LEY, se toma la decisión de dejar la basura sin recoger y sin administrar en la calle, pueden pasar días, que ella sigue ahí, contaminando nuestras veredas, causando una verdadera postal denigrante tanto para el turismo como para los propios vecinos que caminan por aquellas calles en donde el olor nauseabundo y las dificultades sanitarias que esta acarrea son una constante.
  3. EDUCACIÓN: El PRO se atribuye una “debilidad y un amor por lo público” que actualmente no se refleja para nada en lo educacional, no solamente la infraestructura en donde los jóvenes tienen que estudiar son paupérrimas, sino cada día que pasa los subsidios a las escuelas privadas son más abultados. En este ejemplo se ve claramente, la desigualdad con la que han tratado a la población últimamente, la educación, la salud y la seguridad, dejaron de ser derechos universales, y pasaron a ser beneficios de aquellos que puedan afrontarlos económicamente, por supuesto la clase alta y la clase media alta.
  4. RESPETO: A simple vista, si cualquier ciudadano se dejara engañar, el PRO parece un espacio en donde el respeto hacia el otro “que piensa diferente” es un mandato y un valor, hasta muchas veces se los ve cuestionando al oficialismo, por carecer de este valor, que ellos pregonan poseer. La hipocresía consta, en que en el discurso realmente se refleja así, pero en el accionar se demuestra todo lo contrario. Tan solo basta con escuchar las últimas declaraciones, del cómico devenido en político y casi Gobernador de Santa Fe, Del sel, para darse cuenta de la hipocresía reinante en el espacio político de color amarillo. Si llamar “Vieja Conchuda hija de puta” a la Presidenta De La Nación es sinónimo de respeto, estamos en problemas, disculpen el vocabulario pero he citado textualmente las declaraciones de este animal. En los últimos días el Gobierno de La Ciudad ha tomado la decisión de enrejar el Parque Centenario, más allá del si “es buena o es mala” la decisión, que déjenme decirles me parece nimia, a comparación con los verdaderos problemas que hoy padecemos como país, se ve reflejado en esta decisión, la falta de respeto y la intolerancia con aquel que no se siente identificado con sus ideas conservadoras. Tuvo lugar en este parque una manifestación, de feriantes, militantes y vecinos. Estos últimos mencionados, vale aclarar, se encontraban en contra del polémico “enrejado”, una posición que es valida en una democracia, el disenso no solo es válido, sino necesario. ¿Cuál fue la respuesta desde el Gobierno de la Ciudad? Si acaso usted piensa que la respuesta fue la tolerancia, el diálogo, el consenso o el debate, se equivoca. La respuesta fue el gas, los palos, las corridas y los disparos. Tan es así, que hasta una periodista de la TV Pública resultó víctima de tres disparos de estos salvajes apodados “Policía Metropolitana”, que supuestamente se encargan de bregar por la seguridad de los vecinos. Imagínense el escándalo mediático que hubiese tenido lugar en la coyuntura política si esta periodista hubiese sido de TN o de los otros medios adictos al Alcalde, mejor ni pensarlo, como fue de un medio estatal, alineado con la Casa Rosada, apenas fue mencionado.

Los ejemplos pueden ser más, es verdad, pero creo haber marcados los principales, a mi entender. Esta es solamente mi opinión, mi forma de ver la actualidad política de la Ciudad y de la gente que hoy se encarga de administrarla.
La hipocresía es un defecto, que si queremos una política clara y sana, debemos combatir, utilizando como armas la educación y la concientización ciudadana a la hora de informarse, y fundamentalmente a la hora de ejercer el sufragio. La responsabilidad es de todos, hagámonos cargo, no es de aquel que miente, es de aquel que “se deja mentir”, es decir de todos nosotros que contempóraneamente escribimos la historia.
Es hora que se vuelva a hablar de política.

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jueves, 24 de enero de 2013

¿A donde está y quienes son la oposición?


Resulta llamativo que en un país politizado, el mapa político actual nos demuestre que efectivamente hay un oficialismo que hace casi 10 años gobierna este país respaldado por el voto popular y democrático, pero que también nos demuestra que hay una escasa o nula oposición.
¿A que se debe?
A simple vista, se me ocurre (como a cualquier persona) que las políticas y proyectos a implementar por la oposición no seducen al electorado. Esta sería la más simple y convincente respuesta a una pregunta que viene de hace mucho, pero déjenme decirles, que no creo que sea la acertada, o por lo menos no en gran parte.
Que los proyectos de la oposición no seduzcan al electorado es factible, pero también existen cuestiones más de fondo que le resultan aun más preocupantes a cualquier amante de la política, como por ejemplo; el pasado, la mentira, la hipocresía, la sumisión, el marketing.
A continuación intentaremos desarrollar detalladamente cada uno de estos aspectos intentando preservar como siempre la honestidad intelectual y comunicacional y las buenas fuentes, cosa que hoy por hoy no son prioridad en el periodismo que nos "informa".

El Pasado:

El pasado es algo que no se puede borrar, que queda ahí perenne y visible a la vista de cualquier persona con una "buena memoria". Hoy por hoy, es quizás lo que más aterra a la oposición, mejor dicho, lo que más los condena.
Vamos con un ejemplo;
Muchas veces me pregunto el porque del fracaso político de Francisco de Narváez, si bien en las últimas elecciones a Gobernador de Buenos Aires, su espacio político ocupo el segundo puesto, detrás del Frente Para la Victoria, hace unos años quizás se podía imaginar que iba a ser el político sucesor del gobierno oficialista, recordemos que fue el quien le ganó las elecciones legislativas ni mas ni menos que a Néstor Kirchner. El "colorado", como lo apodan dentro del ámbito político, ganó esas elecciones mencionando un preciado "plan" para la seguridad, que de ganar iba a implementar en la provincia de Buenos Aires, un área difícil, con problemas profundos en materia de seguridad. Fue así, que ganó las elecciones. Ustedes se preguntarán ¿Cuál era el plan de seguridad? ¿Se implementó? La respuesta es NO, no solo no se implemento, sino que nunca supimos cual era ese famoso "plan", lo que se me viene a la cabeza, es que jamás existió, que fue una "artimaña" política para seducir a un electorado preocupado, con todo derecho, por un problema que a veces parece no solucionarse. Fue una GRAN mentira. No solo eso, sino que Francisco De Narváez, en deshonra de sus votantes, fue uno de los legisladores que menos concurrió a su trabajo, es decir al Honorable Congreso de la Nación. Lejos de pedir disculpas o dar alguna explicación del por que de su escasa concurrencia al congreso en representación de las personas que confiaron en el, se encarga de integrar polémicas con personas del espectáculo y del ambiente futbolístico y de sacarse fotos simulando cocinar para luego subirlas a su red social preferida, Twitter. ¿Acaso alguien con "buena memoria" ya sea del partido que sea o de la ideología política que tenga, volvería a votar a este político? ¿Aún existe la condena social?
Otro ejemplo no tan mencionado por los medios que hoy se encargan de desinformarnos es el de la UCR. Un espacio en constante "renovación".
La última vez que este partido centenario se encargó de representar al país en el Poder Ejecutivo fue en el año 1999. Fernando De La Rúa, asumía la presidencia, mostrándose como una persona inteligente y capacitada para resolver la crisis en la que se veía inmerso el país. No hace falta mencionar, que todo fue un gran fracaso, no sólo no estaba capacitado para solucionar nada, sino que sus decisiones políticas a nivel social, cultura, política y económica hundieron aún más al país en esa crisis, detonando su gobierno en el año 2001, y resolviendo su salida y renuncia huyendo en un helicóptero presidencial. El centenario partido no ha sabido demostrar su “capacidad para gobernar”, esta, que hoy se adjudica poseer. Vivimos en el país del “borrón y cuenta nueva”, vivimos en el país en donde las personas que se han encargado de hundirnos, hoy alardean en canales televisivos sus dotes políticos y denigran a los encargados de hoy en día de representar institucionalmente al país, potestad que se la ha ratificado el pueblo argentino, en su mayoría en las últimas elecciones.
A la UCR la condena el pasado, este partido que se dice progresista y de centro-izquierda, es el mismo que tiene como ejemplo, que tiene en un pedestal a su máximo representante ya fallecido “Don Hipólito Yrigoyen”, este personaje que se ha encargado de mandar a masacrar obreros, con la Sociedad Rural, con los diarios más importantes y con el ejército nacional como máximos aliados, en la Patagonia através de las armas ejercidas por Correa Falcón.
La Unión Cívica Radical no va a poder hacer caso omiso, a un pasado lejano y presente, que lo hunde cada vez más en esta crisis institucional que hoy lo acecha como partido, la solución no es buscar aliados y armar frentes políticos pobres de contenidos, la solución, en mi humilde opinión, es pedir perdón por los errores cometidos, blanquear aquellos errores, y buscar una renovación institucional y una renovación en la credibilidad que han hecho todo lo posible por perder, luego de bastas pruebas acerca de la mediocridad de sus ideologías.
Lo que más me preocupa de este espacio político, no es su viejo líder en aquel 2001, sino su gabinete, aquellas personas de segundo lugar, que integraron aquel gobierno, muchas de ellas son hoy diputados de la nación, y muchos son los que se encargan de dar lecciones de progresismo en estudios de televisión o en columnas de los principales periódicos, el “progresismo” que han demostrado es la rebaja del 13% en los haberes jubilatorios, es la represión y el asesinato en manifestaciones populares, es el hambre y la miseria, es la ausencia del estado en las áreas más sensibles de la política, es la huida, es la riqueza para algunos y la pobreza para la mayoría de un país que había puesto su voto de confianza en ellos.

Mi humilde objetivo es contar a mi entender, y basándome en datos verídicos mi punto de vista acerca de la política contemporánea y en este caso del pasado político de nuestro país. No me interesa tener la razón, no me interesa quedar “bien”, me interesa la honestidad ciudadana, y que de una vez por todas llamemos a las cosas por su nombre, y antes de escuchar lo que tienen para decirnos personas que anteriormente nos han “defraudado institucionalmente”, tengamos un poco de memoria.
Solo eso, me parece que ya es hora de que se deje de hablar de cosas superfluas y vacías de contenido, me parece que ya es hora que se hable de política.


Nota: Los demás contendidos anteriormente escritos y pendientes en esta nota (La mentira, la hipocresía, la sumisión, el marketing), van a ser desarrollados posteriormente en notas futuras.

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lunes, 21 de enero de 2013

Bendito sean los trenes.


Es de público conocimiento que el Gobierno Nacional, a través de sus políticas no ha podido sanear el descalabro y el deterioro del sistema de transporte nacional. Por una razón o por otra, en estos 10 años la realidad es que se viaja cada vez peor.
Concuerdo con aquellos que piensan que este Gobierno ha implementado muchas políticas sociales que han aumentado el bienestar de la población, llámese Asignación Universal por hijo, llámese Plan Pro Crear, llámese Conectar Igualdad y demás. Ahora, también concuerdo con aquellos que piensan que quedan muchas materias pendientes, y que no son detalles, sino políticas fundamentales para continuar con el crecimiento obtenido en estos 10 años a raíz del esfuerzo y del trabajo de todos los argentinos. Una de esas políticas fundamentales ausentes es la conectividad, no virtual, sino de transporte.
La Argentina es un país inmenso, gracias a Dios. Como todo país inmenso necesita estar bien conectada, ya sea para turismo o para satisfacer el comercio. La realidad es que hoy por hoy seguimos estando muy lejos de esa Argentina conectada.
Todavía padecemos las secuelas de la fiesta menemista, todavía no hemos podido ver la reconstrucción del país en ámbitos esenciales para sentirnos a gusto con nuestras vidas sociales.
Déjenme decirles, El Frente Para la Victoria en su potestad como oficialismo político encargado de la representación institucional en el Poder Ejecutivo y en el Poder Legislativo, en el último por mayoría parlamentaria, ha hecho poco y nada para la reconstrucción de una red de ferrocarriles que ha caído en decadencia desde su respectiva privatización y desde aquella tan vieja pero tan contemporánea amenaza, que hasta el día de hoy seguimos padeciendo; Ramal que para, ramal que cierra.
En mi opinión los subsidios otorgados por el Estado, fueron una decisión acertada, luego de una crisis abismal, como la vivida en el año 2001, creo que cualquiera concordara que luego de que hallamos sido estafados por el Gobierno de Fernando de la Rua, a cualquier ciudadano argentino con ingresos medios o bajos, le hubiese sido imposible abonar una tarifa real de cualquier transporte público.
A mi parecer, la idea de subsidiar el transporte público fue y ha sido positiva, pero falló notablemente en el control. Es verdad, los argentinos pagamos una tarifa relajada, pero al no controlar el manejo de esos subsidios, por parte del Gobierno, el medio de transporte en el que viajamos con esa tarifa subsidiada fue y es paupérrimo.
Muchos argentinos piensan y se confortan con la idea de que como el precio del servicio es bajo y accesible, el servicio en si no debería ser de una alta calidad y confort. Permítame decirle señor usuario, que se equivoca. En principio por una realidad muy básica, usted y yo abonamos esa tarifa baja, accesible y popular, es verdad. Pero también es verdad que el dinero que el Gobierno utiliza para subsidiar ese mismo pasaje también sale de nuestras contribuciones como ciudadanos. Es nuestro deber como argentinos reclamarle al Gobierno, en este caso el que hoy nos representa, un servicio de transporte público eficiente, seguro y confortable.
Así como salimos a la calle para aplaudir el pago de deuda al FMI, el rechazo al ALCA, la AUH, el matrimonio igualitario, la reestatización de Aerolíneas Argentinas, la recuperación de la mitad del paquete accionario de YPF, también deberíamos salir a la calle a reclamarle al Gobierno que maneje mejor y más eficazmente nuestros recursos en los aspectos descriptos anteriormente.
En mi calidad de ciudadano, creo firmemente que la única salida posible para evitar que todo empeore cada vez más en materia de transporte, es la reestatización de todos los medios de transporte, si señores; Lo que es del Estado, debe ser del Estado (Es decir, de todos los 40 millones de argentinos). No me conforta la idea de saber que mi dinero y el de todos los ciudadanos valla a parar a manos de personas como los dueños de TBA, responsables de la muerte de 51 argentinos no hace mucho tiempo atrás. Es inaudito que esta gente siga facturando con el esfuerzo de un país entero, es inaudito que paguemos millones de pesos en subsidios a gente que no es capaz de administrarlos, y que aún peor utiliza nuestra plata para satisfacer cuestiones personales. Es inaudito que un Ministro de Transporte de la Nación, diga desconocer el porque del robo al país por parte del Grupo Cirigliano.
Yo estoy de acuerdo, cuando escucho de parte de la Presidenta de la Nación decir que se la ha devuelto parte de la dignidad a los trabajadores, robada por Gobiernos anteriores, pero créame señora Presidenta, que aún hay que seguir devolviéndole la dignidad que le falta al trabajador, no basta con que este pueda vender su fuerza de trabajo y así sostener a una familia. Déjeme decirle, que a las seis de la mañana en el tren Sarmiento, Mitre o Belgrano, no se respira dignidad, se respira el tufillo de los negocios, se respira indignación, se respira también la idea de que en algún momento la cosa cambie, también se fantasea con esa idea; con la idea de que los talleres reabran, con que las estaciones abandonadas cobren vida, con que el interior vuelva a saludar a esas locomotoras ruidosas que lo visitaban, con que podamos viajar cómodos y seguros en un transporte que nos pertenece y que no debemos cansarnos de exigir, es nuestro, es de todos.

Yo en lo personal, y espero que usted que esta leyendo esto también, no se rinda, hasta que la bandera de “Ferrocarriles Argentinos” vuelva a ser izada en el país.
No nos ocultemos más, es hora de volver a hablar de política.

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¿Qué nos depara el 2013?

Va a ser un año políticamente especial, como lo son todos en los cuales el pueblo elige democráticamente a aquellos sujetos que van a ejercer el poder institucional en representación de ellos.
Pero más allá de esto por el cual ,muchos de nosotros que creemos en la democracia, nos sentimos agradecidos, va a ser un año especial. 
Vamos a vivir un año políticamente oportunista, si se me permite la palabra, la re - elección cada día está mas lejos, muchos de los ya conocidos personajes de la política van a hacer lo imposible para captar la mayor cantidad de votos aprovechando que no van a contar con un adversario políticamente fuerte, como lo fueron en estos años Cristina y en su momento Néstor Kirchner.
Los posicionamientos para las candidaturas presidenciales del año 2015 aún son una incógnita  más allá de cierta información que contemporáneamente anda dando vueltas por los medios de comunicación. Macri es uno de los pocos que se ha pronunciado abiertamente sobre sus candidatura presidencial, pero aún no ha logrado sumar adhesiones dentro del mapa político argentino, cuenta con un leve apoyo de viejos varones del Conurbano Bonaerense, como es el caso del Intendente de San Isidro y el del Intendente de Malvinas Argentinas, dos políticos más cuestionados que aplaudidos.
Daniel Scioli, en su momento habló sobre su tibia aspiración a ocupar el sillón de Rivadavia, aunque esto le produjo grandes críticas y cuestionamientos dentro del Cristinismo, La Juan Domingo (agrupación sciolista) se encarga actualmente de lanzarlo de lleno a 2015, mostrándolo como "La renovación del Kirchnerismo". Me genera ciertas dudas, que dentro del kirchnerismo más antiguo, acepten encolumnarse atrás de Scioli, sabiendo su ideología política más cercana a la centro-derecha. La figura de Martín Sabbatela, actualmente presidiendo el Afsca, parece ser el "as bajo la manga" del Frente Para la Victoria, aunque van a tener que pensar en que momento van a presentarlo para no agotar los cartuchos, ahí surge el supuesto listado de prioridades de hoy para el oficialismo, la idea sería ganar 2013, para llegar tranquilos al 2015, aunque habiendo perdido las elecciones del 2009, luego no les fue nada mal en las últimas presidenciales. La realidad es que no falta mucho, y si bien en el Congreso la oposición tiene más para perder que el oficialismo, una nueva derrota en las legislativas puede llegar a trabar cualquier proyecto kirchnerista venidero.
Otro que se asoma desde el interior, es el cordobés De la Sota, un antiguo peronista, alineado con la derecha, que sueña con desembarcar en Balcarce 50, últimamente se cansó de coquetear con el PRO, aunque dentro del peronismo cordobés  no ven con buenos ojos ese alianza, De la Sota sabe que no tiene un abultado abanico de posibilidades de llegar solo a las elecciones, ya que no cosecha una buena reputación, ni a nivel provincial, ni a nivel nacional.
Desde el partido de Tigre, Sergio Massa observa sigilosamente las posibilidades de su salto político a la Gobernación de Buenos Aires o a la Casa Rosada, quizás sea hoy por hoy el político con mayor positividad en la imagen popular, sin desmerecer su gestión, parte de esto se lo debe a la cantidad inmensa de propaganda proselitista y a un buen gurú del marketing.
Se preguntaran por el FAP o por la UCR, honestamente casi no hay información importante sobre las aspiraciones de estos dos partidos, Binner hoy por hoy creo que se encuentra más preocupado en el clima de violencia y en el descontrol que se sitúan actualmente en su provincia, mientras que Victoria Donda toma sol con Prat Gay en las playas bonaerenses.
Ricardo Alfonsín, brindó una entrevista el día Domingo para el diario Tiempo Argentino, en el que no descarta volver a armar un frente electoral con Margarita Stolbizer.

La Carrera para las elecciones de este año, parece aún no haber empezado, se viene un año políticamente complejo que va a dar que hablar, pero de eso se trata, al fin y al cabo me parece que; ya es hora que se hable de política.